Los cambios de temperatura en el entorno afectan los resultados del color en la impresión.

En las operaciones diarias de impresión, un fenómeno común ha atraído una atención generalizada: cuando se utilizan las mismas tintas, equipos, materiales y se mantienen constantes los parámetros de impresión, el color del mismo artículo impreso por la mañana, al mediodía y por la noche a menudo muestra ligeras diferencias. Las causas y soluciones a este fenómeno merecen una discusión en profundidad.

Según la investigación realizada por nuestra empresa, las fluctuaciones en la temperatura ambiente son el factor central que contribuye a este fenómeno. Nuestra empresa señala que los cambios de temperatura afectan directamente la viscosidad de la tinta, y tales cambios en la viscosidad de la tinta afectarán aún más la fuerza de eyección de las boquillas, lo que en última instancia resulta en diferencias en los colores impresos.

La viscosidad de la tinta es altamente sensible a la temperatura. Cuando la temperatura ambiente sube, el movimiento de las moléculas de tinta se intensifica, la fricción interna disminuye, lo que lleva a una menor viscosidad y una mayor fluidez; por el contrario, cuando la temperatura baja, el movimiento molecular se ralentiza, la fricción interna aumenta, lo que resulta en una mayor viscosidad y una fluidez debilitada.

Tomando como ejemplo las tintas de inyección de agua comunes, por cada fluctuación de temperatura de 5-10℃, su viscosidad puede cambiar entre un 10% y un 30%, lo cual es suficiente para afectar significativamente los resultados de impresión.

Desde la perspectiva de mecanismos específicos, cuando las altas temperaturas conducen a una baja viscosidad de la tinta, la tinta tiene una fuerte fluidez y tiende a esparcirse cuando se expulsa por las boquillas. La velocidad de las gotas de tinta aumenta y sus puntos de impacto están más cerca de lo esperado, aumentando así el volumen de tinta por unidad de área y haciendo que el color parezca más oscuro;

cuando las bajas temperaturas resultan en una alta viscosidad de la tinta, la tinta tiene una fluidez deficiente, lo que requiere que las boquillas ejerzan una mayor fuerza de eyección. Esto, a su vez, conduce a una velocidad más lenta de las gotas de tinta, puntos de impacto más lejanos y un volumen de tinta reducido por unidad de área, haciendo que el color se vea más claro.

Además, los cambios de temperatura también afectan la dispersión y fusión de las gotas de tinta en la superficie del material. En un entorno de alta temperatura, las gotas de tinta se dispersan rápidamente y pueden fusionarse en exceso con las gotas circundantes, causando bordes borrosos y una saturación de color aparentemente más alta; en un entorno de baja temperatura, las gotas de tinta se dispersan lentamente con bordes más definidos, pero debido a una fusión insuficiente, el color puede parecer «seco» y la saturación disminuirá en consecuencia.

Este problema ha causado muchas molestias en campos con altos requisitos de precisión de color, como la impresión publicitaria y la impresión de envases.

En respuesta, se han desarrollado una serie de medidas efectivas en la industria, y elegir una tinta con una fuerte adaptabilidad a los cambios de temperatura es, sin duda, la clave para resolver el problema en su origen.

Aquí, recomendamos nuestra tinta,

que sobresale en la adaptabilidad de su viscosidad a los cambios de temperatura. En comparación con las tintas ordinarias, nuestra tinta no solo satisface las necesidades de aplicación bajo temperaturas normales, sino que también tiene ventajas distintas en entornos de temperatura especiales: en entornos de baja temperatura, puede mantener una baja viscosidad y una mejor fluidez, evitando problemas como la mala eyección y colores más claros causados por la alta viscosidad;

en entornos de alta temperatura, su viscosidad es relativamente mayor, haciendo que la tinta sea menos propensa a romperse durante la eyección, reduciendo la dispersión de las gotas de tinta y los colores más oscuros, y garantizando efectivamente la estabilidad de los colores impresos bajo diferentes temperaturas.

Además de seleccionar una tinta de alta calidad, se pueden tomar otras medidas.

En primer lugar, controlar la temperatura del entorno de impresión y mantenerla dentro del rango de 15-25℃ recomendado para la tinta, lo que se puede lograr mediante aire acondicionado, calefacción y equipos de temperatura constante.

En segundo lugar, realizar un tratamiento de temperatura constante en la tinta, como equipar el contenedor de tinta con una banda calefactora o una funda de temperatura constante para garantizar que la temperatura de la tinta permanezca estable antes de entrar en las boquillas;

para grandes equipos de impresión, se puede instalar un sistema de circulación de tinta a temperatura constante para realizar ajustes en tiempo real. Algunas impresoras de alta gama están equipadas con una función de «vínculo entre temperatura y parámetros», que puede ajustar dinámicamente los parámetros de impresión según los cambios de temperatura.

Cuando la temperatura sube, reducir adecuadamente la presión de inyección de tinta o disminuir el volumen de la gota de tinta para evitar el exceso de tinta; cuando la temperatura baja, aumentar adecuadamente la presión de inyección de tinta o agrandar el volumen de la gota de tinta para compensar la insuficiencia de tinta.

Además, ajustar la curva ICC en el software de gestión de color utilizando una tira de calibración de impresión (como una carta de colores) para permitir que el sistema compense automáticamente las diferencias de color inducidas por la temperatura puede mejorar aún más la consistencia de los resultados de impresión. Al dominar los conocimientos anteriores y usar la tinta adecuada, cuando se encuentre con la situación de que los colores impresos cambian con el tiempo, se pueden tomar medidas específicas para resolverlo, asegurando así el buen progreso del trabajo de impresión.

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